Buen Humor
Un aguinaldo estupendo para hoy y para siempre es cultivar el buen humor, sembrar esperanzas y esparcir alegría por doquier. Por eso, todos los días ganamos al seguir este consejo y al hacer frecuentes terapias de buen humor. Eso requiere: no ser complicado, reírse de sí mismo, despertar el niño interior, mirar el lado amable de la vida y disfrútela que de ella no salimos con vida:
Era una pulga, tan rica, pero tan rica, que tenía su propio perro.
Dos pulgas salen den un baile y le pregunta la una a la otra:
¿Nos vamos brincando o esperamos que pase un perro?
Van dos moscas por la cabeza de un calvo y le dice la madre a la hija:
Hija, cuando yo era joven como eres tú ahora, esto era todo un bosque.
Una hormiga y un elefante comparten una noche de romance. A la mañana siguiente, la hormiga despierta y encuentra al elefante muerto y dice:
Caray…una noche de pasión y paso el resto de mi vida cavando una tumba.
¡Mamá, mamá!, ¿Por qué todos los días venimos a contemplar esta horrible mancha en la pared?
Mas respeto a la memoria de tu padre, hijo mío! ¡Más respeto!
¿Qué le dijo un piojo a otro piojo?
Vamos al bigote, porque la cabeza ya la pavimentaron.
Va caminando un erizito ciego por el desierto y se topa con un cactus y le dice:
¿Mamá, mamá, eres tú?
Un pequeño ratoncito sale de su cueva, cuando de pronto un murciélago pasa volando muy bajo:
¡Mamá, mamá, ven!
¿Qué pasa?
¡Mamá, acabo de ver un angelito!
Un pollo le dice al otro:
Oye…oye… ¿Vamos a Pollo Tropical?
¿A qué?
¿Cómo que a qué? A ver las pollitas desnudas.
Un cerdito le pregunta a su mamá:
Mamá, ¿Por qué tengo un agujero debajo de la colita?
Porque si lo tuvieras en la espalda serias una alcancía.
El cocodrilito le pregunta a su papá cocodrilo:
Dime papá ¿Algún día tendré mucho dinero?
Si, hijo.
¿Cuándo, papá?
Cuando seas billetera.