Buen Humor
Un aguinaldo estupendo para hoy y para siempre es cultivar el buen humor, sembrar esperanzas y esparcir alegría por doquier. Por eso, todos los días ganamos al seguir este consejo y al hacer frecuentes terapias de buen humor. Eso requiere: no ser complicado, reírse de sí mismo, despertar el niño interior, mirar el lado amable de la vida y disfrútela que de ella no salimos con vida:
Un hombre muy tacaño sube a un taxi y cuando llega al destino solicitado, le dice el taxista:
– Señor son 10 euros. Y el hombre le da únicamente 5.
Entonces el taxista le dice:
– ¿Por qué me da solo 5 euros?, ¡son 10!
El hombre responde:
– Sí, pero hemos ido los dos.
Un hombre de unos 65 años le pregunta al entrenador en el gimnasio:
– ¿Que máquina debo usar para impresionar a una chica de 30?
El entrenador lo mira y dice…
– Le recomiendo el cajero automático….
¿Papá… ¿qué es el amor?
– Es la luz de la vida, hijo mío.
-¿Y el matrimonio?
– Es la factura que llega después
Un individuo le comenta a otro:
– Mi mujer me pide siempre dinero. La semana pasada fueron 300 euros, ayer seiscientos y hoy va y me pide mil!
– ¿Y que hace con todo ese dinero?
– No lo se, nunca se lo he dado…
Una mujer va a un abogado.
– ¿Usted cuánto cobra por una consulta rápida?
– 100 euros por tres preguntas.
– Vaya, es un poco caro, ¿no?
– Sí… y dígame, ¿cuál es su tercera pregunta?
– Mariano, te tengo que dar dos noticias, una buena y otra mala.
– Ya estoy harto de noticias malas, dime solo la buena.
– Que el airbag del coche funciona.
– Ponme una cerveza y apúntalo en mi cuenta.
– Aquí no se apunta nada.
– Así me gusta, con buena memoria.
Entra un matrimonio en un restaurante, y cuando se sientan, le dice la mujer:
– ¿Te has dado cuenta del borracho que había en la barra del bar?. Es mi ex-novio, que no ha parado de beber desde que nos separamos.
– ¡No me extraña. ¡Todavía lo estará celebrando!.
La mujer a su marido:
– Amor mio, te propongo una cosa.
– Tu dirás
– ¿Por qué no salimos esta noche y nos divertimos un poco?
– Me parece estupendo!!
– Pues si tu llegas primero, no olvides dejar la luz del porche
encendida.