Un poco de humor gallego
Al cruzar por delante de una vidiriera, un gallego se ve reflejado en el cristal, lo que provoca que se pase todo el día pensando: «¿De qué conozco yo a ese tío que estaba en la vidriera? ¿Dónde lo he visto?»
Por la noche, ya acostado sigue dándole vueltas en la cabeza y al fin cae en cuenta: «¡Caramba, ya lo sé! ¡Es el tío que se corta el pelo delante de mí en la peluquería!»
En su viaje a Nueva York, Manolo compró un televisor para llevárselo a su familia.
«¿Es qué no hay televisores en su país?», preguntó alguien.
«Claro que los hay, pero los programas de aquí me gustan mucho más».
¿Por qué los gallegos se sientan en la última fila cuando van a ver películas cómicas?
Porque el que ríe último, ríe mejor.
¿Por qué un gallego mira fijamente el cartón de jugo?
Porque trae escrito «Concentrado».
– Papá, ¿donde están los Andes?
– Pues no sé… pregúntale a tu madre, que es ella la que guarda todo.
¿Por qué los gallegos gatean en el supermercado?…
Porque están buscando los precios más bajos.
Un policía detiene el auto de un gallego y le dice:
–Deme su nombre y apellido.
– ¿Está Ud. loco? ¿Y yo después cómo me llamo?