La mayoría de las personas comprenden la importancia de tener un cuerpo saludable. Sin embargo, muchas personas pasan por alto la salud mental. Tener buena salud mental puede hacer la vida más agradable. También puede promover una mejor salud y resistencia física. Debes cuidar de tu cuerpo y mente para ser realmente saludable.
1. Ejercita tu cuerpo. Cuando experimentas estrés, el cerebro produce hormonas que le indican al cuerpo que se prepare para responder a una amenaza. El estrés severo puede comprometer la salud mental y provocar síntomas físicos. Una buena forma de controlar el estrés es a través del ejercicio.
- El ejercicio y la actividad física pueden aliviar los músculos tensos.
- El ejercicio también hace que el cuerpo libere endorfinas. Las endorfinas son neurotransmisores que te hacen sentir bien e inhiben la respuesta corporal al estrés. También mejoran el estado de ánimo y te ayudan a sentirte más calmado.
- Prueba distintas actividades para encontrar una que disfrutes. Algunas buenas actividades son: yoga, caminata, baile y deportes que ayudan a bombear el corazón.
- Cuando te sientes estresado, podrías verte tentado a saltearte el ejercicio porque es una cosa más que debes hacer. Sin embargo, los beneficios serán evidentes a largo plazo.
2. Come bien. La dieta y los hábitos alimenticios adecuados también ayudan a reducir el estrés. En especial, ten en cuenta los siguientes consejos.
- Limita tu consumo de cafeína y alcohol. Mucho de cualquiera de estas sustancias puede promover ansiedad. Más de una o dos bebidas alcohólicas al día puede hacer que te sea difícil lidiar con el estrés.
- Haz que la hora de comer sea una experiencia tranquila y relajada. No comas apurado.
- No comas en exceso. Evita usar los alimentos como una forma de lidiar con el estrés.
- Algunos alimentos contienen nutrientes que ayudan al cuerpo a controlar el estrés. Específicamente, los aguacates, los plátanos, el té, los granos enteros, los pescados grasos, las zanahorias, los frutos secos, el yogur y el chocolate contribuyen a controlar el estrés.
3. Duerme lo suficiente. Dormir es el momento en el cual el cuerpo se repara y procesa el estrés del día. Es el momento en el cual el cerebro se relaja. También permite que el cuerpo se relaje después de haber usado sus músculos tensos durante el día
- El sueño actúa como el botón de reinicio del nivel de estrés. Ayuda a evitar graves respuestas al estrés, como la ansiedad.
- Es importante que duermas lo suficiente y que tu sueño sea de buena calidad. Por ejemplo, no dejes que los ruidos te despierten con frecuencia durante la noche. Para reducir el estrés, duerme 6 a 8 horas cada noche.
4. Practica la meditación consciente. La meditación consciente es la meditación que requiere que te enfoques en el momento presente. Practicar la meditación consciente te lleva a concentrarte simplemente en estar en un lugar y no hacer nada más en el momento.
- Puedes meditar durante 30 minutos al día. Aún esta cantidad produce cambios beneficiosos en la conducta y el funcionamiento del cerebro. La conciencia plena disminuye la reactividad emocional, la ansiedad y la depresión.
- Primero busca un lugar tranquilo donde no te van a interrumpir. Siéntate cómodamente y presta atención a tus pensamientos. Déjalos pasar por tu mente, los cuales van y vienen de tu conciencia.
- Centra toda tu atención en el momento presente y presta atención a tu respiración. Nota lo que ves, oyes y sientes. Nota en que parte del cuerpo se concentra la tensión. Reconoce los pensamientos, preocupaciones o emociones que surgen y luego déjalos ir.
- Si tu mente empieza a divagar o comienzas a insistir en tus preocupaciones, vuelve a centrar tu atención en tu respiración.